<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d18701410\x26blogName\x3d%C2%BFY+a+ti+a%C3%BAn+te+cuentan+cuentos?\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/\x26vt\x3d-385038471514110299', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

¿Y a ti aún te cuentan cuentos?

 

Rayuela

Apareces y desapareces. Y tras de ti, siempre queda el mismo reguero.

El sabor amargo no lo deja la reiteración de errores, la rayuela minada que rechazamos por muy diferentes motivos, las luces de neón que mis recuerdos se empeñan en poner al borde de este camino sin salida. El sabor amargo no lo esparce mi estupidez ni tu frialdad, el recuerdo obtuso que se empeña en malformar mis ansias, ni siquiera la intención experta de tu bisturí quirúrgico. No son tus pasos atravesados y a traspiés, la medida exacta de tus ausencias, la autoría de todas las decisiones. No.

El sabor amargo podría dejarlo la certeza inequívoca de reescribir las huellas con la misma letra torcida, la evidencia de volver a ver tus ojos y temblar. Otra vez. Como hace años, rodeados de pupitres vacíos, de asientos desiertos. Cuando quería creer y no había recuerdos astillados en todas las articulaciones. El sabor amargo debería inocularse por los errores antiguos, la incomprensión, tras tanto tiempo, de todos los gestos que dosificas con pulso de cirujano y puntería de francotirador.

Pero ahora, después de tanto tiempo, he aprendido a sonreír. Como esa fachada absurda y perfecta que resguardaba un terreno amortajado de escombros ¿la recuerdas? Ahora he aprendido a desnudarme al tiempo que se abrigan las trincheras internas. A besar en frío y cerrar los ojos. Duele menos y es más real no esperar nada. No dejar que nadie ahonde más allá del tacto impreciso de mi piel pero sonreír como si no fuera así es una cuestión de supervivencia, de inteligencia, que aprendí cuando conseguí desaprender cada uno de tus pasos.

Y sin embargo, vuelves y sé de sobra que el sabor agrio que se me acumula en el cielo de la boca es la saliva que no te robé, las ansias que no conseguí respirarte, el recorrido que no precisaste en mi espalda. El saber, de nuevo, que ya es tarde -siempre lo fue- para todo esto.

« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »

At 9:46 a. m., Anonymous jesus said...

desaprender siempre fue lo más difícil.    



At 12:48 p. m., Blogger Vagamundo said...

y el olvido - como siempre - cargado de memoria    



At 7:17 p. m., Anonymous Shin said...

No se puede estar desnudo de verdad con las trincheras internas levantadas. La verdadera desnudez es la que trae el exponerse, cuando abres tu pecho muestras todos tus talones de aquiles esperando que quien te mira no tire a matar.

Y no hay mejor caricia, ni mayor orgasmo, que sobrevivir a esa jugada, sin óxidos ni armaduras.    



At 8:39 p. m., Anonymous Beauseant said...

aprender a sonreír.. verdad que parece sencillo ??

y, sin embargo, tardamos toda una vida, y nunca nos acaba de sonar a una risa sincera..    



» Publicar un comentario
 
   

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.




© 2006 ¿Y a ti aún te cuentan cuentos? | Blogger Templates by Gecko & Fly.
Ninguna parte del contenido de este blog deberá ser reproducida sin el consentimiento previo de la autora.