<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d18701410\x26blogName\x3d%C2%BFY+a+ti+a%C3%BAn+te+cuentan+cuentos?\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/\x26vt\x3d-385038471514110299', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

¿Y a ti aún te cuentan cuentos?

 

Retazos sucios de recorridos dispares en transporte público

(Pacífico- La Latina)

Llevo días sin usar lentillas para poder sobrevivir, para evitar seguir la dirección de tu pupila y de mis propios pasos. Sin discernir más que sombras casi uniformes, sin matices, y así poder fabricar un saco a la medida. Donde quepa todo, absolutamente todo, sin concesiones. Llevo un reloj parado en el pecho. Marca una hora diferente según la sombra que pese en mi retina y me recuerda que nunca se me dio bien llegar en el momento adecuado. Aunque sí que soy experta en permanecer en el instante más obtuso, el más sucio. Ese en el que tú no estás (ni estarás) y yo siempre te espero anclada en una estación de metro.

(Pacífico- Tribunal)

No sé como lo hago pero siempre acabo en Tribunal. Anudada a aquel banco con jirones de croissant o creyendo verte de nuevo, al subir las escaleras, esperándome con mi camiseta preferida y oliendo a recién afeitado. Da igual por donde intente caminar que siempre encuentro un retazo de tu pupila al que anclar mis peores amaneceres. Y tu recuerdo impreciso empieza a atarse a estaciones de metro sin escaleras, a paradas con vía rápida a un aeropuerto al que tú y yo nunca iremos juntos, a canciones que ponen parches a mis ganas de tus ganas o a una baldosa de mi habitación, la única que no pisaste. Y no quiero. Me niego a ir dejando el tacto de tus manos entre mi ropa como si importase, a esperarte, a imaginarte, a permitir que las huellas de tu paso cimenten en mi cabeza.

(Diego de León- Suanzes)

Lo malo de jugar con cartas marcadas es que todos los pasos siguen el mismo ritual que va de lunes a domingo. Los gestos, las palabras, las miradas disparadas a contraluz, todo, se recorta con el mismo patrón común. Tú no eres un gran sastre y yo nunca aprendí a coser pero me enseñaron con saña como sonreír al tirar del hilo. Y sobre todo, a recrearse sólo cuando no tienes nada que perder. Así que cuando descubres que no eres capaz (ni quieres ser capaz) de besar con los ojos cerrados y las válvulas cardíacas a pleno rendimiento, entonces, y solo entonces, empieza el juego.
« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »

At 9:51 p. m., Anonymous Ivan said...

Recuerdo esa foto :)

Me gusta cuando escribes, estes o no estes en el texto, aunque quepa todo, absolutamente todo.    



At 9:51 p. m., Anonymous Ivan said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.    



At 12:24 a. m., Anonymous Anónimo said...

Quiero darle cuerda a ese reloj    



At 12:56 a. m., Blogger kay said...

... todo me suena demasiado, aunque ya cae como una corteza... sabes? el texto se recita sólo, y de fondo se oye el pitido de la puerta del vagón... y los raíles    



At 8:27 p. m., Blogger Helenaconh said...

me he reconocido en varias partes de este texto, los finales sucios, los retazos de pupila, las ganas de sus ganas, no querer el tacto entre la ropa...yo no sé si cae como una corteza o no.    



At 10:07 p. m., Blogger amsha said...

A mí los recuerdos me llevan también a tribunal...    



At 9:54 a. m., Blogger Vagamundo said...

En la pupila de cada viajero que comparte sueño, bostezos y rutina contigo en el mismo vagón, se refleja un retazo de historia.
Es increíble como el metro fomente ciertos espejismos.
Los míos, entre Pacífico y Arganzuela, entre Alonso Martínez y Fuencarral.    



» Publicar un comentario
 
   

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.




© 2006 ¿Y a ti aún te cuentan cuentos? | Blogger Templates by Gecko & Fly.
Ninguna parte del contenido de este blog deberá ser reproducida sin el consentimiento previo de la autora.