Buenos propósitos
Prometo dejar de escuchar canciones tristes; prometo volver a comer tres veces al día –hoy al fin lo he logrado-, tener en la nevera algo más que miseria y cerveza y recordar el sabor de la fruta. Prometo que, al menos una vez a la semana, dormiré más de 5 horas e intentaré no tener pesadillas despierta. Prometo volver a verme en el espejo y, quizás, hasta reconocerme. Prometo no volver a morderme las uñas. No buscarle al doblar cada esquina y no aferrarme a la cadencia de sus pupilas. Prometo volver a escribir sin un poso en el estómago y sin miles de palabras impronunciables aferradas a la garganta. Algún día.
Prometo volver al mimbre –que se dobla antes que partirse- y al silencio; a los ojos fijos para restañar las heridas que supuran día sí y día no. Prometo parar los latidos, los relojes, los acordes. La autocompasión. Prometo cerrar las compuertas y levantar las murallas. Anestesiarme el futuro para no intentar perseguirlo sin resultado. Cubrirme de fuentes la piel y que nada permanezca.
Prometo sonreír de continuo y jurarme que no duele. Hasta que me lo crea.
Prometeme que cumplirás tus promesas, que te queda demasiado bien esa sonrisa como para no vestirla amenudo.
pienso imprimir esta entrada y rezarla todas las noches... será el jesusito de mi vida que oraré antes de irme a dormir.
Olvida el mimbre, el silencio, los ojos fijos (que duelen), las compuertas, las murallas. Deja correr el agua pero quédate bien con su poso porque sabes que te ayudará a aprender.
No te traiciones intentando dejar de sentir, esos ojos no pueden quedarse sin vida.
No sé cual me gusta más si este o la respuesta de jesus.
Little girl lost, she takes herself so seriously,
she brags of his misery, she likes to live SO dangerously...
» Publicar un comentario