De regresos y no-llegadas
A veces no podemos mirar al frente, besar los labios y desquitar la prisa al tiempo. Borrar las fronteras y dibujarlas nuevas en las lindes de una espalda, en los aledaños de unas costillas. Dormir arropados y acariciar sin ropa. A veces no podemos descubrir los ases en la manga, remangarnos las ganas, ganarnos los silencios y susurrarnos la verdad entre desayunos a piel descubierta.
¿O sí? Natxo sin paréntesis vuelve (al fin) para contárnoslo.
Gracias por la publicidad ;)
Escribes en 5 líneas lo que yo no podría escribir ni en cien. Certera como siempre, da gusto volver de tu mano.
Yo creo que sí que se puede, sólo hay que agarrar el temblor con las dos manos, abrir los ojos y dar un paso. Después le siguen todos los demás.
P.D. Tienes el ombligo más bonito que he visto!
Y a veces sí. Y es un pequeño milagro que te regala de vez en cuando la vida.
a veces no podemos hacer nada de eso.. y a veces, es mejor así..
volver por los caminos ya transitados nunca es una buena idea.
Lo malo de los caminos ya transitados es caer en lo de siempre...
Pero es cierto que reconforta saber que todo está igual... que ya has estado ahí...
Un regreso, siempre es un regreso.
Salud/OS!
(y suerte en esa aventura).
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