No
No, no quiero escucharte. No quiero escucharte porque sé que podrías convencerme, que enlazarías argumentos disparándome de lleno en la línea de flotación y lo bañarías todo con esa mirada inocente que consigue condensarme la sangre. No, no quiero volver a ver mi reflejo clavado en tu retina porque ante él no soy capaz de excusar la ristra de mentiras que sé que me cuento cada noche intentando, inútilmente, cambiar mi piel y poner con mi muda tus pucheros en la puerta. Escucho el siseo unos segundos antes de que comiences a morderme los tobillos con días añejos, demasiado añejos para acompañarlos de un buen vino.
No quiero que me beses, ni que me abraces, ni notar tus caricias de escarcha sobre mi cuello, en estos momentos vendería mi colección de colibríes azules sólo porque tu aliento se quebrase al acercarse a mi piel, por una reacción alérgica, por una inyección letal, por el tacto del garrote en mi garganta apercibiéndome de las contraindicaciones propias de tus engaños. De tus disfraces con tacto de terciopelo. Y quiero creerte, tengo tantas ganas de hacerlo que me da igual que lo que me digas sea o no verdad, pero tengo el cuerpo astillado de mentiras que fuiste introduciéndome, con pulso de cirujano, entre mi dignidad y tu sombra (calcada del acero engañoso de tu reflejo en los espejos). Así que claro que no me entiendes, yo tampoco entiendo porqué, mientras doblo con minuciosidad absurda tus camisetas, se dibujan en ellas lunares de sabores acuosos. Aún me pregunto si tendré la inversión necesaria para pagar lo que me cueste ver mi propia imbecilidad.
Te sientas en el borde de esa cama que tantas veces hemos domesticado y me miras fijamente con la lástima que incendia mis dedos. ¿Qué que quiero? Sé que esta vez, más que pronunciar, escupo un desprecio irreal que he tomado prestado de cualquier culebrón de sobremesa, ¿qué que quiero? Solo quiero, esta vez sí, que te vayas de una puta vez.
No quiero que me beses, ni que me abraces, ni notar tus caricias de escarcha sobre mi cuello, en estos momentos vendería mi colección de colibríes azules sólo porque tu aliento se quebrase al acercarse a mi piel, por una reacción alérgica, por una inyección letal, por el tacto del garrote en mi garganta apercibiéndome de las contraindicaciones propias de tus engaños. De tus disfraces con tacto de terciopelo. Y quiero creerte, tengo tantas ganas de hacerlo que me da igual que lo que me digas sea o no verdad, pero tengo el cuerpo astillado de mentiras que fuiste introduciéndome, con pulso de cirujano, entre mi dignidad y tu sombra (calcada del acero engañoso de tu reflejo en los espejos). Así que claro que no me entiendes, yo tampoco entiendo porqué, mientras doblo con minuciosidad absurda tus camisetas, se dibujan en ellas lunares de sabores acuosos. Aún me pregunto si tendré la inversión necesaria para pagar lo que me cueste ver mi propia imbecilidad.
Te sientas en el borde de esa cama que tantas veces hemos domesticado y me miras fijamente con la lástima que incendia mis dedos. ¿Qué que quiero? Sé que esta vez, más que pronunciar, escupo un desprecio irreal que he tomado prestado de cualquier culebrón de sobremesa, ¿qué que quiero? Solo quiero, esta vez sí, que te vayas de una puta vez.
Me gusta tu forma de escribir y sobre todo ese final tan directo. Es tan difícil todo, ¿verdad?.
"Y entre el amor flaco y mojao
como una raspa de pescao
como un beso puesto al trasluz
y de su mano llegas tú
con tu pelo como el betún
como un piropo bien tirao..."
Tenía que ser Marea, el grupo que siempre canta a morenas de ojos verdes :)
Gracias por recordarnos que hay veces en las que la única respuesta posible es: NO
pregunta a tu comentario en el blog de lehendakari:
tanto sexo tienes!!!?????
PD: es broma. no hace falta q contestes
Desgarrado de tus manos quedará aquel a quien las palabras le dedicas. Aprender a vivir con uno mismo, sin que nadie más interfiera en tu ser es tarea complicada, y para nada egocéntrica. Se trata de aprender a vivir con uno mismo, encontrar ese equilibrio que más tarde podrás encontrar en el resto. Me gustan tus cuentos, también los leo antes de dormir.
¡Buenas noches!
GATO NEGRO
noto la ironia en el comentario q dejaste en el blog de brutus.
pero creo q ciertas contemplaciones son las q nos han llevado a dde estamos.
quiero decir, q si t estan metiendo un dedo en el ojo, le dices porfa q te lo saque y cdo t das cuenta t ha dejado ciego? o mejor le das un empujon antes de q te saque el ojo de la orbita y luega vaya a por el otro?
bss
dg
yo para estas veces me pongo a todo volumen aquella de Deluxe que decía: que no, que no, que no, que no...
Al menos el sol sigue saliendo por las mañanas.¿Sientes dolor? No es malo, al menos sabes que estás viva...
d... gracias!éste no es uno de esos textos en los que me reflejo, al menos no actualmente, pero creo que muchas veces somos nosotros mismos los que hacemos las cosas difíciles...
Natxo... Ya conoces mi debilidad por Marea (aunque vayan a separarse :(). Un "no" a tiempo puede salvarte de muchas cosas.
Diego... ya te contesté pero reitero, no me quejo en absoluto ;)
Gato negro... el equilibrio siempre es difícil de encontrar y más si sólo lo buscas en reflejos empañados. Pero estoy en ello, pasito a pasito :) Gracias por leerme y gracias por el enlace :)
Diego... para nada de acuerdo contigo, te contesto en tu blog y en el de Brutus.
el hombre que... Deluxe tocará en Madrid dentro de poco...
el chico desenfocado... Aquí es raro que salga el sol y es entonces cuando realmente estoy viva (de verdad). Y gracias también a ti por el enlace :)
Mamen... Jejejeje, como he dicho antes, un no a tiempo puede salvarnos de muchas cosas...
Se puede decir más alto, pero no más claro. Me encantó lo de introducir mentiras con pulso de cirujano, es tan descriptivo!
Esto de escribir es como una terapia, verdad?
Fuerza en tus palabras.
no...
q cosa más simple, y cuanto cuesta decirlo
admiro tu valentía
abrazos ausientes desde el invierno
Cuesta confiar cuando te han arrancado la herramienta. A veces merece la pena volver a dar la mano, pero sólo si ves los otros ojos y te sigues viendo en ellos.
Abrazos
Bueno, con tus forma especial de escribir has puesto negro sobre blanco lo que los demás diríamos con una proxa más simple. Las relaciones que no terminan de romperse, la tentación de volver, el autoengaño... igual la última frase a tiempo puede evitar muchos malos momentos.
Este Diego es incorregible, mezcla comentarios de toda blogosfera de un blog a otro, jeje. Un beso.
Para, creo que voy a vomitar... lástima que esto no lo escribí en el momento en el que pronuncié ese "no", quizás así habría dolido menos... pero como dice mi madre "agua pasada no mueve molino" :) Y gracias por el enlace :)
pqueno... no es valentía cuando no tienes muchas más opciones pero aprendí la lección, algo es algo, no? ;) Abrazos próximos al verano
Alzhu... a veces el daño es tan grande que cuesta demasiado volver a mirar, pero, a veces también, encuentras gente que te devuelve el aliento y te ofrece todas las manos :) un abrazo con aliento y gracias por el enlace :)
Lehendakari... A veces se escribe lo que no consigues pronunciar y al menos eso te sirve. Un "no" a tiempo a veces evita más lágrimas...
esta historia se acerca demasiado a mi, a mis NO y mi cuerpo cansado de mentiras que otra persona me impuso... por eso es dificil comentar, ser objetivo a las palabras que te afectan más de lo normal...
Mucho Deluxe veo aqui, y así es, el 22 de febrero canta en Madrid. Si alguien está interesado de conocerlo, después del concierto iremos de fiesta, y si alguien quiere ver el videoclip que hicimos con "tanto rollo con el infierno" que se pase por mi blog.
Es mi primer cuento oido de tus manos. Y ha sido como la sensación entre los ojos que produce el agua demasiado fría, como morder helados de hielo... una punzada difusa cuya herida no hayo en mi piel... He hecho del dolor, a base de rasparme las rodillas, uno de mis maestros... y me recuerda que no es bueno olvidar el pasado.
Quiero cuentos cada noche, quiero ser uno más de esos niños que se sientan frente a ti... yo también quiero.
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