Bautizo
Acabo de ver el bautizo de un bebé a la orilla de la playa, y no he podido evitar imaginarme recorrida por tus manos fluyendo como el agua de una pila bautismal sobre mi nuca desnuda... y es que al final, igual resulta que te estás diluyendo en la espesura de mi sangre y no soy capaz de cerrar los ojos sin oler la salinidad de tus besos recién horneados. Empiezo a pensar que mientras enlazábamos nuestros dedos de arena, sumergiéndonos de lleno en la ola de Mundaka, te colaste por cada una de mis grietas para alicatarme los llantos a base de argamasa compuesta por un 60% de sonrisas de niño bueno y un 40% de sueños húmedos de tus labios (aunque siempre acaben temblándome las piernas).
Mientras veía las imágenes no he podido evitar pensar en que la Iglesia planea eliminar el limbo, el lugar en el que vivimos los estudiantes, las musarañas, los que a veces nos levantamos con el pie izquierdo y algunos de nuestros mejores poetas, el lugar al que, hasta ahora, iban aquellos niños que morían sin ser bautizados, el rincón en el que tú y yo nos cobijamos cuando, al salir del supermercado, nos nievan todos los copos (hexagonales) que es capaz de derramar uno de los tantos puntos intermedios. Me pregunto entonces dónde iremos a parar todos nosotros si el limbo aparece un mañana precintado por orden sumarísima. En esta noche de invierno, nos imagino vagando, sin rumbo ni hogar, en la niebla oscurecida dictada con puntos y comas por capricho arzobispal y la verdad es que no me seduce la idea de perderme las mañanas perezosas, así que, para evitar caminar en un vacío sin musarañas, estudiantes, zurdos o poetas, voy a convertirme sin dilación a la religión de tus manos calientes martilleándome la piel descalza y buscándome las ganas en los archivos vaticanos que sólo tú conoces.
Procederé pues a pedirte que me bautices en tu cama, apartaremos las sábanas para no mojarlas e insonorizaremos las almohadas. Teclea cada uno de tus salmos, letra a letra, en las líneas transversales de mi espalda, si te equivocas puedes borrar los caracteres erróneos a golpe de saliva, recreándote en los puntos sobre las ies de mis 27 lunares. Mientras yo recito la homilía calcándola con mi boca en tus espirales duplicadas, moldéame el Padre Nuestro en el camino ascendente de la cintura a los hombros, hasta alcanzar la canonización de las curvaturas con la esquina de tu lengua y rodéame los muslos a caricias de labios, susurradas para darnos la paz. La paz sea contigo, y con tu espíritu. Para terminar, comulga en la encrucijada de mis piernas y condéname los tobillos a enlazarlos entorno a tu cintura para marcar el credo al compás de nuestras caderas, así evitaré perderme del limbo dulce derramado en aras de mi salvación.
De esta forma no habrá duda alguna de que, en vida, me acompañarás al cielo aunque creo que corro serio peligro de convertirme en devota.
Mientras veía las imágenes no he podido evitar pensar en que la Iglesia planea eliminar el limbo, el lugar en el que vivimos los estudiantes, las musarañas, los que a veces nos levantamos con el pie izquierdo y algunos de nuestros mejores poetas, el lugar al que, hasta ahora, iban aquellos niños que morían sin ser bautizados, el rincón en el que tú y yo nos cobijamos cuando, al salir del supermercado, nos nievan todos los copos (hexagonales) que es capaz de derramar uno de los tantos puntos intermedios. Me pregunto entonces dónde iremos a parar todos nosotros si el limbo aparece un mañana precintado por orden sumarísima. En esta noche de invierno, nos imagino vagando, sin rumbo ni hogar, en la niebla oscurecida dictada con puntos y comas por capricho arzobispal y la verdad es que no me seduce la idea de perderme las mañanas perezosas, así que, para evitar caminar en un vacío sin musarañas, estudiantes, zurdos o poetas, voy a convertirme sin dilación a la religión de tus manos calientes martilleándome la piel descalza y buscándome las ganas en los archivos vaticanos que sólo tú conoces.
Procederé pues a pedirte que me bautices en tu cama, apartaremos las sábanas para no mojarlas e insonorizaremos las almohadas. Teclea cada uno de tus salmos, letra a letra, en las líneas transversales de mi espalda, si te equivocas puedes borrar los caracteres erróneos a golpe de saliva, recreándote en los puntos sobre las ies de mis 27 lunares. Mientras yo recito la homilía calcándola con mi boca en tus espirales duplicadas, moldéame el Padre Nuestro en el camino ascendente de la cintura a los hombros, hasta alcanzar la canonización de las curvaturas con la esquina de tu lengua y rodéame los muslos a caricias de labios, susurradas para darnos la paz. La paz sea contigo, y con tu espíritu. Para terminar, comulga en la encrucijada de mis piernas y condéname los tobillos a enlazarlos entorno a tu cintura para marcar el credo al compás de nuestras caderas, así evitaré perderme del limbo dulce derramado en aras de mi salvación.
De esta forma no habrá duda alguna de que, en vida, me acompañarás al cielo aunque creo que corro serio peligro de convertirme en devota.
Amén.
Sacrílega!Definitivamente de ésta te excomulgan niña ;)
Me ha encantado ver para todo lo que puede valer la religión, en tus labios solo se puede decir, como ya ha dicho d, amén.
Me gustaría poder recitar cada mañana mis oraciones al lado de esa persona que hace lo que describes en tus textos. Como no me sale de dentro, me conformo con la naturaleza, que sin duda es la religión más antigua de todas, y creo que la única "justa".
GATO NEGRO
Has visto el video?
Pues hagamos todos una quedada en PAris...
no es mala idea.
no?
Podrías inventar una nueva religión. Yo me apunto :)
Un abrazo niña.
Dios mío, que vendaval de sensaciones hacen sentir tus letras. Erotismo, belleza, amor..., uff. Has cogido el tema del limbo y has hecho de él una preciosa declaración de amor.
Tremendo, en serio ;)
Es el primer cuento que leo de ti, pero sí, son cuentos para leer sosegado y de noche. Me equivoco?
Eso me parece bien, montar el Paraiso en la Tierra ;-) ¿27 lunares? ¿No se te habrá escapado alguno? Si hay que hacer un recuento y no encuentras voluntario pon una entrada en tu blog... ya verás como se te satura, jeje.
Iba a copiar parte de este artículo sobre el tema del limbo... pero no sé, es leerlo y pensar que se han tomado "algo", no obstante mis respetos para los creyentes: http://www.elpais.es/articulo/elpporsoc/20051129elpepusoc_3/Tes/limbo/cielo/pasar/purgatorio
Un beso.
Vaya, se me cortó el enlace, a ver si ahora sale bien:
Leer artículo
d... Qué más te puedo decir aparte de amén?
Natxo... sabes que nunca he sido muy religiosa ;) Amén de nuevo
Mamen somar... desde mi punto de vista de casi atea, esta es la única religión que merece la pena y la única que convierte los días en paraísos terrenales. Y amén, amén ;)
Gato negro... llamémosla como queramos, para mi esa religión solo tiene un nombre, que es el único que me llena las manos de oraciones.
Diego... Paris... dios que ganas de volver :) Y no, no pude ver el video :(
Maga... Te nombro sacerdotisa mayor que a esta religión le vendrá bien parte de tu magia :) Un beso amarillo :)
Para, creo que voy a vomitar... Gracias, gracias, gracias! No sé como se tendrán que leer, solo sé que la gran mayoría están escritos de madrugada o en trenes... no se me ocurren mejores lugares/momentos para escribir...Te los recomendaría, pero no creo que te haga falta :)
Lehendakari... dónde montar el paraíso si no? Y si, 27 lunares, contados uno a uno y de momento me fío del recuento ;) Y el artículo... dejemoslo en que cada uno cree en lo que quiere...
mis propósitos de año nuevo eran:
1. buscar casa hacia el norte
2. encontrar las palabras suficientes para pasar las mañanas durmiendo
3. buscar religión, que ya llevo años sin ninguna
sugerencias?...
el hombre que... te recomiendo cumplirlos todos y cada uno...
1. Siempre puedes buscar camas que se hagan enormes sin tu presencia mientras tanto
2. No creo que precisamente tú tengas problemas a la hora de encontrar palabras...
3. Prueba con ésta religión... quizás te guste y te quedes con ella...
Esa foto es del Nilo, verdad? Se me había olvidado el asco que te tengo :P
Natxo... lo es :)
yo seré próximamente el padrino de un bautizo, que orgullo de ser algo más cercano de esa cosita tan pequeña y con ganas de comer y dormir... a ver si le aperecen nuevas ganas
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