<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d18701410\x26blogName\x3d%C2%BFY+a+ti+a%C3%BAn+te+cuentan+cuentos?\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/\x26vt\x3d-385038471514110299', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

¿Y a ti aún te cuentan cuentos?

 

Ballestrinque

Pudo ser sólo una tarde más de domingo. Un café anclado en todos los océanos de cafés de domingo que surcan esta ciudad de cielo gris y manos calientes, un café que se hunde, no consigue inspirar más que silencios vacíos y así el alma siempre termina por pudrirse. Pudo ser pero no fue. Fue una pequeña dosis de luz que inocula la dulzura en el cielo de la boca, unas manos tendidas, la excepción en la teoría de que las líneas paralelas nunca se tocan. Y a mi me encantan las excepciones matemáticas aunque tú confíes en ellas. O quizás por eso. Así que desde aquél día fuimos escribiendo una canción única de ritmo suave, de cervezas a veces, de a veces cafés, y de siempre sonrisas, al borde de un pentagrama que colgamos de los bolsillos para que nunca pasara frío.

A partir de entonces nos leemos casi cada día y entre líneas vamos descubriendo los huecos, los recovecos, los balcones y los rincones que fuimos construyendo en esos años de líneas paralelas. También trenzamos los momentos sucedidos a partir de ese cruce de caminos, de tus días y mis días, que nunca se parecen pero que tienden a dibujar nuestra silueta más allá de lo que dejamos intuir a nuestro paso. Así que a fuerza de conocerte poco a poco, tus letras, tus acordes preferidos, mil amaneceres fotografiados desde tu ventana y todos los bares que merezcan mínimamente la pena, has conseguido anclarte tú y anclarme esta ciudad más allá de mis huellas dactilares.

Porque creciste sólido has conseguido ofrecer caminos seguros, palabras sabias, más allá de la tormenta, con un vaso caliente de la pócima secreta de la confianza, te has ido enraizando en mi torrente sanguíneo dotándolo de oxígeno, de calor los días de poniente y de brisa las tardes de levante, has ido escalando las vértebras, conduciendo cauteloso en las arterias, cediendo el paso a las estaciones para que ellas pasen primero y sin darte cuenta llegaste al ventrículo izquierdo para vacunarme contra los escollos. Eres experto en lazadas marineras, en ese nudo ballestrinque que van tejiendo tus dedos para disipar la tensión a diversas horas del día ya que siempre consigues estar tan cerca que a mi alrededor siempre huele a mar. Ese es uno de tus muchos poderes, a fuerza de palabras calladas, de gestos apenas nacidos y de luces y penumbras en tus pupilas consigues hacer que cualquiera pueda viajar a esa playa de su niñez y sentirse en casa.

Así que, felicidades y la próxima, aunque tenga que guerrearla, invito yo.
« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »

At 6:49 a. m., Anonymous Anónimo said...

Qué cosas escribes! Desde luego con regalos así merece la pena envejecer ;) muchas gracias por tus palabras, y gracias porque gran parte de lo que cuentas lo has construido tú tanto o más que yo; andamio sobre andamio, con dos pentagramas, uno para el sol y otro para el fa. Conocernos es algo estupendo, y además es una tarea para toda la vida. Gracias.

Y sabes de sobra que la próxima me toca pagarla a mí.    



At 10:51 a. m., Blogger Iraultza said...

Lindo Sherezade, muy lindo. Hay cafés que se cuelan entre el pelo y se quedan a vivir en uno, son los que te hacen diferente, los que te convierten en lo que quieres ser, o lo que pretendes ser.    



At 11:45 a. m., Blogger el_Vania said...

Por no hablar de esos nudos en el estómago, fruto de la emoción al conocer a esa persona...
Salud/OS!    



At 4:31 p. m., Blogger pqueno said...

"También trenzamos los momentos sucedidos a partir de ese cruce de caminos, de tus días y mis días, que nunca se parecen pero que tienden a dibujar nuestra silueta más allá de lo que dejamos intuir a nuestro paso"

sólo por eso, ya podría amarte

abrazos ausientes desde el norte    



At 11:27 p. m., Blogger Elena -sin h- said...

el profe ya sabes que sigo siendo, poco, pero más vieja que tú y que estoy dispuesta a seguir construyendo a pesar de la vejez (:P) una torre alta y firme.
Y pagaste sólo porque te dejé hacerlo :P

iraultza esos cafés son los mejores, por los que vale la pena tomar café, tanto que me he vuelto casi adicta

el_vania los nudos siempre se deshacen a cuatro manos ;)

pequeno por muchas más cosas podrías no hacerlo ;)    



At 7:54 p. m., Blogger Alnitak said...

Niña, me ha encantado este texto, como describir dos líneas parelelas que de repente se cruzan sin razón, que se comparten sin sentido y que se construyen poco a poco. Me siento reflejada en tus líneas, y aprisionada en ese mismo sentimiento en mi vida, pero tú lo describes con más acierto.
Un beso    



At 9:27 p. m., Blogger sergisonic said...

esos son los mejores precios etiquetados. los de momentos impagables...    



» Publicar un comentario
 
   

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.




© 2006 ¿Y a ti aún te cuentan cuentos? | Blogger Templates by Gecko & Fly.
Ninguna parte del contenido de este blog deberá ser reproducida sin el consentimiento previo de la autora.