Hoy he vuelto a acordarme de ti o una simple respuesta
Hoy he vuelto a acordarme de ti. De tus manos grandes y tu sonrisa a contraluz, de esas que hay que saber entender. Me he acordado de las subidas engarzadas en el alquitrán de tus pestañas, de los silencios llenos, de las sonrisas engordando más allá de las costillas, y también, claro, de las caídas cuando la noria en la que nos convertimos ya no tenía combustible para seguir subiendo. Y nos quedábamos quietos, mirándonos, buscando en el otro el siguiente movimiento a pesar de que la tramontana iba apilándose en nuestra espalda.
Te dejé marchar porque mi cuento favorito era y es “El principito”, porque nunca supe cerrar grilletes en manos que siempre busco abiertas ni rodear de hormigón los pasos que han de elevarse. Y porque nunca se me dio bien luchar a ciegas, jugándome los cuartos para trastrabillar en una palabra. Pronunciada o silente. Pero nunca dejé de intentar que al menos una hilera de amigos nos uniese. Quizás fuera porque siempre me importaste más de lo que creías.
Y ahora vuelvo a dejarte marchar porque a tu lado nunca he estado sola. Porque el tiempo de los imperdibles pasó ya pero siempre quedarán huecos para llamadas de madrugada, aunque me aneguen tus palabras más allá de la almohada. Siempre creí en el poder de la terraza de baldosas amarillas y sus viajes de ida y vuelta, en las cervezas y en la fiebre. Eso quedará refugiándose de los inviernos porque existió y fue primavera. Aunque no lo creas. Pero no hay posibilidad de luchar contra los tiempos verbales, ya no. Por eso ahora vuelvo a dejarte marchar, que, a mi manera, yo también te llevaré conmigo.
Te dejé marchar porque mi cuento favorito era y es “El principito”, porque nunca supe cerrar grilletes en manos que siempre busco abiertas ni rodear de hormigón los pasos que han de elevarse. Y porque nunca se me dio bien luchar a ciegas, jugándome los cuartos para trastrabillar en una palabra. Pronunciada o silente. Pero nunca dejé de intentar que al menos una hilera de amigos nos uniese. Quizás fuera porque siempre me importaste más de lo que creías.
Y ahora vuelvo a dejarte marchar porque a tu lado nunca he estado sola. Porque el tiempo de los imperdibles pasó ya pero siempre quedarán huecos para llamadas de madrugada, aunque me aneguen tus palabras más allá de la almohada. Siempre creí en el poder de la terraza de baldosas amarillas y sus viajes de ida y vuelta, en las cervezas y en la fiebre. Eso quedará refugiándose de los inviernos porque existió y fue primavera. Aunque no lo creas. Pero no hay posibilidad de luchar contra los tiempos verbales, ya no. Por eso ahora vuelvo a dejarte marchar, que, a mi manera, yo también te llevaré conmigo.
Espero equivorcqrme, pero me da la sensación de que quien escribe ha sufrido mucho o sufre mucho. Enhorabuena en lo literario y suerte, si es que la necesitas, en lo personal. Te segyiré leyendo atentamente. Un abarzo
Conozco miles de relaciones rotas en el que uno de los dos es incapaz de dejar escapar al otro..., por puro egoísmo. Y yo eso no lo entiendo.
Me lo explica alguien?
pq por un día quise ser el rey del universo, y decirle al sol q no saliera más, q no tocaba, q se quedara quieto
fue tan triste ver q no podía cambiar nada, que volviste a mi cabeza con el resto de las cosas q se me han quedado a medias
(ves?, al final, conseguiste ser una de mis cosas)
(y q yo escriba esto, no sé a q viene, pero me ha salido al leerte)
abrazos ausientes desde el norte
mmm
en todos los blogs que leo esta mañana descubro retazos de mi pasado que considero que están bien en mi pasado.
"de las caídas cuando la noria en la que nos convertimos ya no tenía combustible para seguir subiendo." lo mío era una montaña rusa que acabo sin nadie dentro. Aprendizaje.
Besos
Me has puesto los pelos de punta de los pies a la cabeza.
Hoy he vuelto a repasar estos seis años, desde que te conocí oyéndole hasta hoy que también disfruto de esa sonrisa-red y me ha dado un poco de miedo. Y un poco de envidia también.
Como en la canción de Sting... si quieres a alguien, déjale libre.
A veces es necesario estar separados para sentirse más cerca que nunca.
Salud/OS!
Otro gran texto, epidérmico, como susurrado, como un domingo con tormenta o unas vacaciones de las que vuelves solo a un aeropuerto donde tampoco te espera nadie.
Hacía tiempo que no venía a leer tus pequeños cuentos. ¿Siguen siendo cuentos sonbre tu vida? Por lo que veo, a muchos les interesa saber.
Me gusta ver que siempre está ahí.
Bonita foto. Y bonitas palabras, además de sabias. Un saludo.
hoy escuchaba en la radio citar a joan capri, humorista y monologuista catalán. y decían que decía [ ;') ]
"l'amor se'n va, però ella s'hi queda!"
el amor se va, pero ella se queda. qué personajes más curiosos somos los seres humanos.
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