<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d18701410\x26blogName\x3d%C2%BFY+a+ti+a%C3%BAn+te+cuentan+cuentos?\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/\x26vt\x3d-385038471514110299', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

¿Y a ti aún te cuentan cuentos?

 

Matemáticas y lengua

A veces la felicidad es divisible entre dos. Es una de esas particularidades que tiene aunque sólo se produce en un tiempo concreto e inabarcable. Más allá de él dicen que es imposible volver, porque volver es un verbo intransitivo y mudable, que juega contigo al 1,2,3, pollito inglés y cada vez que lo miras rectifica y a veces sonríe y a veces cuelga las pupilas como escarpines en tu espalda y siempre juega mal, en vez de acercarse se aleja.

Dispuestos a jugar mal, nosotros decidimos hacerlo desde el principio, en vez de unir los relojes con pequeñas puntadas, rompimos las manecillas y nos declaramos reyes del tiempo y de todas las azoteas. Tú la llevas. Avivamos los instantes y en pleno verano terminamos por abrasarnos con las ascuas de la frialdad, esa congelación extrema que se produce en los músculos cuando borbotea la sangre y la mandamos callar como a los niños pequeños. Y como los niños pequeños yo guardé los escombros del desastre: aquél disco de Marea, una foto de Donosti, las llaves de Santa Helena, una carpeta que nunca perderá su olor y dos cartas diciendo adiós con letras opuestas pero paralelas.

Que en esa época éramos cuatro y vosotros erais más de la mitad del cuento. Hermanos inversos, de pasos dispares, de voces a veces contrarias y nacidos el mismo día que vuestra ciudad porque siempre fuisteis así de consecuentes. Nunca fuisteis iguales y con esa extraña diferencia os arraigasteis a mi piel, uno a derecha, otro a izquierda, permitiéndome cerrar el círculo entorno a mi propia defensa. Que fui fuerte con vuestras manos, con vuestros silencios repletos, con el abanico de resguardos que siempre me produjo el olor a Cantábrico que os brotaba de la piel en cada paso. Con vosotros esta tierra empezó a ser la mía y ahora sin vosotros no hay lugar al que volver. Aunque cierre los ojos y cuente hasta tres.

Siempre fuimos los mejores. En las terrazas y en el subsuelo, en las plazoletas, en las avenidas y hasta en las calles sin salida. Siempre fuimos los mejores. Salvo ahora. Ahora ya no somos capaces ni de conjurar al tiempo y cambiar los tiempos verbales de todos los recuerdos.

Zorionak. A los dos.

« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »

At 1:35 p. m., Blogger el_Vania said...

La felicidad que es divisible, en realidad es multiplicada, elevada a la enésima potencia.
Lo digo con conocimiento de causa.
Salud/OS!    



At 4:26 p. m., Anonymous Anónimo said...

Maldita nostalgia!

Un abrazo desde el Otro Lado    



At 6:09 p. m., Blogger BLQ said...

Y siempre guardamos cosas, sean recuerdos de lo bueno o lo malo, el desastre o la victoria.

Incluso cuando tienes poco espacio, siempre te rodean alguna caja de cartón llena de cartas, papeles y fotos que al revisarla te llenan de nostalgia, alegre o triste, pues la nostalgia puede ser alegre. Aunque las paredes sean pequeñas, siempre hay algún poema que las adorna.    



At 9:50 a. m., Blogger sb said...

los tontos viejos tiempo que decía la canción de los Divago... Ya sabes, a veces luchamos por cambiar el mundo, y es el mundo, al final, quien nos cambia a nosotros.. y casi siempre a peor...    



At 10:43 p. m., Blogger Tamara said...

Hola, me llamo Tamara, ya ni recuerdo la trayectoria que me trajo hasta aquí. Dejo lo pasado, te veo en el presente y en le futuro porque me ha regustado el plan.

un saludo    



At 8:56 p. m., Blogger El Diablo Des. said...

Cosas aprendidas que no sirven para nada como que después de dos puntos siempre se sigue con mayúscula y otras que sirven como el que el volver no existe. Nunca se ha podido volver a nada. La división que bien mencionas siempre sale a mejor. Me ha gustado tu manera porque me relaciono y me ha dejado un cuanto tanto triste, porque me haz recordado que debo dejar de volver.    



At 11:55 a. m., Anonymous Anónimo said...

Eskerrik asko (y mucho más). De los dos.    



At 3:12 p. m., Blogger Alnitak said...

Al menos has podido disfrutar de esa felicidad compartida, divisible entre dos durante un tiempo que te habrá aportado mucho, algunos no tienen esa posibilidad en ningún momento de su vida... Alégrate de ello.

pd. Ya he vuelto de las vacaciones... las necesitaba.
Besos    



» Publicar un comentario
 
   

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.




© 2006 ¿Y a ti aún te cuentan cuentos? | Blogger Templates by Gecko & Fly.
Ninguna parte del contenido de este blog deberá ser reproducida sin el consentimiento previo de la autora.