<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d18701410\x26blogName\x3d%C2%BFY+a+ti+a%C3%BAn+te+cuentan+cuentos?\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://sherezadecuentacuentos.blogspot.com/\x26vt\x3d-385038471514110299', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

¿Y a ti aún te cuentan cuentos?

 

11 de septiembre

Hace hoy seis años se estrellaban muchas convicciones en las torres de Manhattan. Y una gran cantidad de gente recordará esa fecha por el terror adherido al metal, el humo, el corazón encogido en la garganta borboteando palabras obtusas, de esas que ya nacen decayendo. Hace hoy seis años comenzaba una época de sombras (aún mayores) y un cambio siniestro e hipócrita de la política mundial.


Y sin embargo, mi mayor recuerdo del 11 de septiembre de 2001 fue un autobús atestado camino de la más bonita de las ciudades, con el futuro mordiéndome los tobillos de puras ganas de correr y un miedo sordo y traslúcido, que todo cubría sin llegar a impregnar, aplicándose en mis pulsos. El 11 de septiembre de 2001 pisé por primera vez la ciudad amarilla para no poder marcharme nunca. Ese día recorrí por primera vez la playa mayor, la calle Prior, el campus de Unamuno, la plaza de Anaya y los recovecos de la Catedral, un leve vistazo a vista de novata que me valió soñar con sus rincones hasta que volví de nuevo, esta vez con mil y una maleta. Y fue curioso, porque después de cuatro años allí, no hubo equipaje capaz de abarcar los días entre sus calles ni de contener las lágrimas de un adiós que siempre será un hasta luego.


El 11 de septiembre de 2001 fue, en mis manos, el comienzo de una línea que siempre luce sonriente. Como sus tardes de primavera, en la plaza mayor, cazando rayos de sol armadas con un helado de menta y chocolate o sus noches de cualquier día que siempre se alargaban para ver el sol despuntando tras la Catedral. Allí conocí las mejores sonrisas y los peores llantos aunque siempre encontré consuelo paseando por la calle Compañía. Allí, como ya he dicho antes, he llegado a ser quien soy, todos los retazos de colores que guardo alejados de las telarañas fueron tejidos en esa ciudad agradecida, al calor de los cuerpos de quienes me acompañaron (y a su vez hicieron posible) ese viaje. Y hoy, 11 de septiembre de 2007, seis años después, echo tanto de menos sus piedras de oro que me lloran las yemas de los dedos al escribir estas palabras. De alegría y añoranza. De ganas de volver a volver.


Sigue estremeciéndome comprobar que un día tan doloroso para tanta gente, tan amargo, contenga un ápice de dulzura siendo también el día en que dio comienzo el resto de mi vida.

« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »

At 7:05 p. m., Blogger el_Vania said...

Pues mira, parecidito me pasó a mi... ya que fue por entonces cuando empezamos a buscar piso mi mujer y yo... y así de bien hasta hoy...!
Tan relativo es todo, ya ves, felicidad y terror... Quién lo diría!
Salud/OS!    



At 6:06 p. m., Anonymous Anónimo said...

Algún día me la presentarás formalmente, no?

No soy capaz de recordar que hacia el 11 de septiembre de 2001 :S    



At 10:14 a. m., Blogger Raul said...

Je, pero es lo que tiene la ciudad esa, que te atrapa por dentro bien. Y hablo como turista, extranjero, extraño e invitado, como la mayoría de los que se acercan.

Y supongo que todos nos vamos con una mancha azafrán de allí, guardada en alguna parte.    



At 10:11 a. m., Blogger sergisonic said...

es curioso, aquel día tampoco yo podía apartar mi mirada del televisor, aunque mi cabeza quería palpitar por otros motivos.

el paso del tiempo dicen lo cura todo. no es cierto. el paso del tiempo allana el recuerdo: de aquel horror retransmitido en directo, y de aquel pálpito que ya no está.

saludos sónicos    



At 10:22 p. m., Blogger Iraultza said...

Si, jugamos con ironías, casualidades y giros curiosos del día a día. Acabo de regresar de allí, hace un ratito apenas, y he pasado unas cuantas horas que no podrían describirse con palabras, y me encuentro tu post, y puedo asegurarte que ahora mismo tengo una sonrisa de bobo gigante, porque todas esas calles que cuentas, todo eso, se me ha quedado en la yema de los dedos.....y el olor de alguien en mi piel. Besos.    



At 11:42 p. m., Blogger Lydia said...

Qué bien. Es curioso cómo una fecha de ese calibre tiene además significados personales. Me gusta descubrirlos.
Salamanca es una de mis tareas pendientes.
Un abrazo.    



At 3:32 p. m., Blogger Angus Scrimm said...

cuando se estrelló el primer avión mi padre entró corriendo en el salón de la casa en la que sólo nos íbamos a quedar dos días más, ya que nos mudábamos también a otra Comunidad Autónoma. Es posible que septiembre del 2001 fuera un tiempo de cambios en todos los niveles.
Mañana me mudo otra vez, miro al cielo esperando que no se repitan pasados presagios.

Un beso    



At 10:56 p. m., Blogger Capitán Alatriste said...

Aquel día yo estaba en Palma de Mallorca, junto a un amor que tal vez entonces ya había empezado a extinguirse.    



At 6:12 p. m., Blogger Fernando García-Lima said...

Más que amarilla, diría "dorada", aunque estoy de acuerdo en eso de "La más bonita de las ciudades". Y no lo digo por haber nacido allí... :-)

Cada vez que vuelvo la veo con mejor cara, aunque su espíritu no cambie demasiado. A veces me siento bien en la distancia, no te creas.

Besos    



At 1:44 p. m., Blogger lourdes said...

Un 11 de septiembre de 1911 Kafka anotó en su diario una colisión entre un triciclo y un coche.
Saludos desde tu ciudad amarilla y mi lugar en el mundo.    



At 11:32 p. m., Blogger Willow said...

Perdón, entré por casualidad y me quedé a leerte. Buscaba a Sherezade y creo que la encontré, en versión moderna!

Gracias y por favor, publica!    



» Publicar un comentario
 
   

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.




© 2006 ¿Y a ti aún te cuentan cuentos? | Blogger Templates by Gecko & Fly.
Ninguna parte del contenido de este blog deberá ser reproducida sin el consentimiento previo de la autora.