Siempre creí que aún quedaban opciones para cambiar el mundo
y mientras a mi siguen fallándome las manos
intento al menos no dejar de ver.
Aunque no sea lo mismo
Aunque no sea desde no tan lejos.
La foto, como no, es de Shin
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on 19 ene 2007 at 5:23 p. m..
You can skip to the end and leave a response.
Para eso te regalé yo aquél libro? :P
Por mirar se empieza, luego te acercas y al final estás dentro. Tú ya lo estás, y lo sabes.
Veo que al final encontraste los guantes :P
¿dónde estás?
va el abrazo
¿sabes? yo soñaba con cambiar el mundo, y ahora cruzo los dedos para que este no me cambie a mi...
pero al menos sirve para eso...
para caminar
Y de hecho, quedan formas para cambiarlo, lo que ocurre es que a veces, pensamos cosas, que podemos hacer, cosas grandiosas... pero que nuestro "raciocinio" nos impide desarrollar.
Es necesario, a veces, transgredir con nuestro propio nivel de decoro, para así hacer algo positivo, bien para uno mismo, o bien para cambiar el mundo por completo.
En otro orden de cosas, comentarte que me he topado con tu blog revisando una lista de comentarios en otra bitácora de la que soy parroquiano habitual... y mira, me ha gustado y me he animado a comentar. Si no te importa, vuelvo más veces, ok?
Salud/OS!
Siempre pensaste en cambiar el mundo, sin darte cuenta, de todo lo que ya lo has cambiado :)
Yo me conformo con cambiar mi mundo..., luego ya vendrá el otro.
Quien no quiere cambiar el mundo respira demasiado despacio, demasiado lento, merece poco la pena.
Un beso soñador
nunca dejes de ver; el día que las manos funcionen será el novamás.
un beso,
sergi
un día de estos me he dado cuenta de las ganas que tengo de ver cómo os trata el tiempo a los dos, comprobar cómo crecen vuestras rastas y esas cosas. Así que, como esta megalópolis me mantiene atrapado y me resultará imposible nortear, a la vuelta de los doscientos euros (espero que a fin de mes) quiero alguna foto de ese viaje en el correo!!
Existen muchos mundos dentro de lo que se suele definir como tal. Cambiarlos todos es una tarea imposible para cualquier persona, por lo que no debes desanimarte; aunque no puedas cambiarlos todos, si que puedes cambiar muchos, entre ellos los nuestros.
Quizás cambiar uno mismo es el comienzo de cambiar el resto.
Tan cerca y tan lejos, al amparo de una sombra o la vela a punto de consumirse.
GATO NEGRO
siempre me gustó esa precision de obturacion que tienen los amantes cuando se miran fijo, o cuando la lavadora pide más tiempo y nosotros empeñados en subirle el número f.
Curiosamente, a mí también me ha dado por hablar de lo mismo en mi blog. Algo está cambiando?? Dime que sí. Un saludo.
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