Armas vitales
Algunos ya conocéis lo desastre que soy... ayer me di cuenta de que llevaba siglos sin mirar la cuenta de correo que cree para este blog... y claro, ha sido borrada y con ella los correos que allí dormían. Los que habéis escrito estos dos últimos meses y no habéis tenido contestación ya sabéis porqué ha sido y os pido, por favor, que ahora que la he abierto de nuevo, volváis a escribir y así no perder las direcciones. Lo siento, lo siento, lo siento...
Le gritaron una vez más que se desarmara si no quería que las cosas acabasen mal, no iban a templarles sus lágrimas azules derramadas por toda la camisa, antes impoluta, ni los labios apretados, ni los ojos clausurados. La desesperada tozudez con la que sujetaba el arma en la mano derecha no hacía presagiar nada bueno.
Y él lo sabía, aunque llevaba meses huyendo de la certeza de lo inevitable. Sabía que llegaría aquél momento, era él o ellos, al igual que sabía que deshacer los dedos le dejaría sin defensa alguna. De nuevo.
Así que susurró bajito un “no” que repicó en todos los ventanales y taladró miles de tímpanos vacíos. Un “no” firme a pesar del temblor de los labios, a pesar del miedo, a pesar del hedor a muerte que se levantaba desde las alcantarillas. Y abrieron fuego, claro. No podían hacer más.
El rigor mortis condenó a aquella pluma a anidar en su mano derecha para siempre.
Le gritaron una vez más que se desarmara si no quería que las cosas acabasen mal, no iban a templarles sus lágrimas azules derramadas por toda la camisa, antes impoluta, ni los labios apretados, ni los ojos clausurados. La desesperada tozudez con la que sujetaba el arma en la mano derecha no hacía presagiar nada bueno.
Y él lo sabía, aunque llevaba meses huyendo de la certeza de lo inevitable. Sabía que llegaría aquél momento, era él o ellos, al igual que sabía que deshacer los dedos le dejaría sin defensa alguna. De nuevo.
Así que susurró bajito un “no” que repicó en todos los ventanales y taladró miles de tímpanos vacíos. Un “no” firme a pesar del temblor de los labios, a pesar del miedo, a pesar del hedor a muerte que se levantaba desde las alcantarillas. Y abrieron fuego, claro. No podían hacer más.
El rigor mortis condenó a aquella pluma a anidar en su mano derecha para siempre.
Si algun dia me preguntasen como creo que ibas a morir les remitiría a este texto. Sin ninguna duda vamos. Sabes demasiado bien que las palabras pueden ser el "arma" mas poderosa.
Y me encanta la foto.
P.S. Lo de desastre... alguien no lo sabe ya? estoy por poner aqui tu ultimo email :P
Cuando te veo?
La firmeza de ese NO ha llegado hasta aquí, mediante la firmeza de tus líneas.
ps. qué encantadoras son (somos) las personas-desastre :P
petons,
sergi
Creo que me enamoré de ti el día que vi tus dedos manchados de tinta azul
Me ha gustado mucho, sobre todo la frase final, la fuerza(y el poder) de una pluma bien usada es algo que sólo comprendemos la gente que la usamos habitualmente.
Un beso
"Y condenaron al pasado sus palabras y todo esto se perderá como lágrimas en la lluvia..."
Un saludo
Cierto, las palabras pueden ser el arma más mortífera.
Cierto, las palabras/letras pueden ser el arma más mortífera.
TODO UN SIMBLO ESA PLUMA, COMO COROLARIO DE UNA HISTORIA TAN TREMENDA , REALISTA Y EXCELENTEMENTE NARRADA, CON MUCHA SENSIBILIDAD.
ME ENCANTO
OYE SHEREZADE, ADEMAS DEL BREVE COMETNAIOR QUE HACE RATO TE DEBIA, TE DEJO UNA INVITACION MUY ESPECIAL.
HAY FIESTA DE CUMPLEAÑOS A BORDO, TE ESPERO, ME VAS A SER MUY FELIZ CON TU PRESENCIA.
UN BESITO
de nuevo vuelo, cambio mi reloj de hora (- 1h) y cambio de temperatura para vestirnos de gala y soñar, y tu, qué haras el viernes?
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