Doce años
Doce años. Doce años entre tus labios y los míos. Y doce años en las velas de tu tarta de cumpleaños. Aquella que soplaste rozándome la mano bajo la mesa de la casa de tus padres. Doce años que han sombreado a granito las sonrisas y han vencido a aquél mundo que me dibujaste en los labios el día que te fuiste. El mundo que nos esperaría para agotarlo caminando de la mano en cuanto regresases, y no éste de sal y arena, que mantiene en salazón las heridas antiguas, que a nuestros ojos son nuevas, pues son posteriores a mis dedos impidiéndote pronunciar el adiós que siempre me negué a darte. El dolor, las lágrimas, los arañazos y las madrugadas desbordadas vinieron después. Cuando crecimos y descubrimos el decorado detrás del telón y, ni con retratos de meses de verano en los bolsillos, logramos encontrarnos entre las butacas.
Hoy, doce años después de aquellos doce años conservados en luna nueva, vuelves para soplar unas velas que siguen siendo rojas y verdes. Aunque ahora son el doble y la tarta es la mitad. Aunque ahora no estamos los mismos y las risas suenan sin retar la luz. Hoy, doce años después de aquellos doce años conservados en luna nueva, soplas el doble de velas rozándome la mano bajo la mesa de la casa de tus padres.
Y gracias a Shin por dejarme su trasto para colgar este texto...
Hoy, doce años después de aquellos doce años conservados en luna nueva, vuelves para soplar unas velas que siguen siendo rojas y verdes. Aunque ahora son el doble y la tarta es la mitad. Aunque ahora no estamos los mismos y las risas suenan sin retar la luz. Hoy, doce años después de aquellos doce años conservados en luna nueva, soplas el doble de velas rozándome la mano bajo la mesa de la casa de tus padres.
Y gracias a Shin por dejarme su trasto para colgar este texto...
¿El tiempo pasa o pasamos por el tiempo?.
me alegro mucho de que hayas vuelto, ya se te echaba de menos por el blog
y te veo tan en forma...
va el abrazo
Somos nosotros los que cambiamos, aunque dejamos que la culpa la tenga el tiempo. Las caricias no tienen edad, ni los besos, en realidad, la edad no existe.
GATO NEGRO
Siempre quise conocerte con doce años.
Coincido con Urko aunque no del todo. Porque si te he conocido con 12 años. Porque algunas veces eres capaz de mirar el mundo y hacer que sea como lo era para nosotros entonces. Porque eres un poco bruja. Porque aún, con la ilusión necesaria siempre de reserva en los bolsillos, sigues siendo una niña (esta vez en minúscula).
Pues yo creo que hay cosas que no cambian...
Bienvenida :)
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Desde la infancia vamos acumulando recuerdos que después marcan nuestro presente.
Un abrazo y bienvenida
Acabo de darme cuenta que no mantengo una relación profunda con nadie(exceptuando mi familia) con el que mantuviera una relación profunda hace doce años. mmmmm
bueno, supongo que el tiempo, además de sostener los tópicos de medio mundo blogger, capacita al descapacitado, y ablanda la profundidad de una puesta en escena dispersa.
Un saludo
La cuestión es... ¿Eres quien creo que eres? Creo que sí. Saludos y abrazos desde mi azotea.
Pero volvió...y su presencia logró cincelar nuevas sonrisas en labios de granito...
Esta noche tengo el corazón en sepia y un poco acartonado, pero tus letras lo dulcifican todo...
Un abrazo
Y es que para algunas cosas y personas, importan poco doce o doce mil años, porque nuestro vínculo con ellas es incapaz de sentir el paso del tiempo.
Un beso enorme desde aquí a lo lejos.
yo he contado 3 años más dos y aun no me salen las cuentas para reparar en daños, que salen por la piel, que se nota en el hueso...
doce años y aun estamos en la misma posición, no es eso?
d... Creo que ambas cosas, nos influimos mutuamente...
bowie... :) gracias!
gato negro... pero su peso sí, aunque no queramos...
Urko... algún día te presentaré a la Niña con doce años ;)
Natxo... Lo intento, pero no siempre es facil... sabes que eres un solete? :)
Para... Y son muchas más de las que pensamos ;)
Oski... Más que marcar, dirigen...
Angus scrimm... Mal te llevas tu con el tiempo...
Isaaclore... este comentario me intriga...
Mamen... pues anda que tus regresos!! Quiero leerteeeeeee :$
lagrima del guadiana... a veces necesitamos del sepia para poder percibir los colores como se merecen
Sansara... y eso te reconcilia con el tiempo
Efesor... estamos, donde hemos querido quedarnos.
Precioso e ingenuo. 12 + 12 son 24. Durante unos años de mi vida 3 x 4 fueron 24.
Ese roce bajo la mesa también lo he notado.
Un beso
sergi
(cogiendo carrerilla)
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